lunes, 24 de diciembre de 2012

UN DÍA DE NOCHEBUENA


 

 

Hace ya muchos años, no tendría ni 10 años, paseaba con mi padre y seguramente con alguno de mis hermanos, no lo recuerdo bien, una tarde noche del 24 de Diciembre, una mujer lloraba en la calle y pedía para comer.

Creo que ese día que nunca he olvidado, nació en mí un sentimiento  que nunca me ha abandonado y siempre en estas fiestas de opulencia, excesos  y  “amor obligatorio”, recuerdo a los que sufren por enfermedad, falta de trabajo, soledad e injusticias varias. Y a todos los que tienen que trabajar y velar por nuestra salud, especialmente este año, muy complicado para la sanidad universal y pública madrileña.

Mi padre ya hace 3 años que no está con nosotros, mi madre está y no está, acabo de recibir el mejor regalo que podría tener, el abrazo de mi pequeño gran hombre y que por él cambiaré este poso de nostalgia y melancolía que me produce la Navidad y disfrutaremos de la Noche de Paz, el villancico que más me gusta y emociona.

Deseo desde aquí a todos los que leen este blog y a los que no, PAZ Y AMOR siempre.
 
 

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