domingo, 4 de junio de 2017

TRANQUILIDAD, SIMPLEMENTE



No quiero a estas alturas de la vida, la mía personal e intransferible, momentos desagradables, ni personales, ni laborales, ni profesionales. 

El destino ha propiciado que permanezca 37 años en un Colegio de Educación Especial SINGULAR y muy específico, aún siendo también Personal Estatutario del SERMAS en excedencia, también podría ser enfermera Familiar y Comunitaria, pero soy Enfermera Escolar por todos los pares craneales, Sistema Nervioso Central, todos los órganos corporales y poros de la piel.

Y Especialista en Salud Mental, por eso me río tanto y utilizo el sarcasmo y la ironía para sobrevivir, en otras ocasiones el silencio y de paso gestiono emociones con distintas herramientas. Os aconsejo ver mentes criminales y caso cerrado, geniales para constatar la gente tóxica que se dice ahora que pululan alrededor de los que quieren avanzar.(nota de humor que los más íntimos conocen).

Sigo teniendo ilusiones y proyectos que no tienen porqué coincidir con los legislados y en ocasiones interpretados de aquella manera. Muchas normativas, no impiden hacer muchas actuaciones, mentes obtusas, cómodas y con miedo, lo pueden intentar parar, no hay fronteras para las ideas.

Cuando se cree en algo, pero de verdad, no hay barreras que lo impidan, sí lo pueden frenar y hacer más costoso, a mí me ha tocado hacer malabarismos en distintos ámbitos y escuchar desde estupideces hasta trolas inasumibles y con la agilidad mental aún conservada, no tiro la toalla aunque ganas dan y es lo que les gustaría a ciertos personajillos.

Desconozco si el tiempo pone a la gente y cosas en su sitio, porque no sé cuál es el de cada uno, solo me importa estar en el mío que no es una silla inamovible, es un espacio amplio con personas con las que elijo estar y quieren estar conmigo. Es muy sencillo, al menos para mí.



No voy donde no quiero ir aunque vaya todo el mundo, voy donde considero pertinente asistir y en ocasiones “en representación de”, paso de fiestas, eventos y actos para dejarme ver o cumplir con lo establecido.

Digo lo que pienso de lo que sé (valgo más por lo que callo no obstante) y cada día “sé que sé menos”, pero lo poco que conozco y he vivido con alegría y sufrimiento, lo defiendo a capa y espada y con la fuerza de las palabras, en ocasiones con un tono alto por mi hipoacusia y en otras porque me cabreo mucho, que no soy una santa,  aunque esta sociedad hipócrita y falta de moral, premie a los más vagos, maleantes y trepas.

Ahí lo dejo y como siempre si alguien que lo lee se da por aludido, es probable que hasta se equivoque porque en mi mente no está ahora mismo una persona, ni dos, están muchos organismos, momentos y gente que conozco por muchos lugares, es lo que tiene relacionarse por los mundos.



Reclamo tranquilidad, simplemente paz y sosiego, para afrontar la vida que me queda con la poca libertad de la que puedo disponer, la del pensamiento y la escritura.

Ofrezco y lo intentaré con afán, lo mismo, vivir y dejar vivir, pero hoy por hoy no renuncio a seguir luchando por lo que creo y  si mi vehemencia hace que moleste, pido disculpas, ha sido sin querer, no lo volveré a hacer, pensaba que eran misales…






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