En esta semana que está finalizando (16-22 de
Abril de 2018), dos noticias entre miles de ellas, me han producido una honda
tristeza y una amplia gama de emociones, que personalmente valoro y saco mis
propias conclusiones, también a nivel profesional.
El fallecimiento del Dr. Montes,
actualmente era presidente de la Asociación de Derecho a Morir Dignamente y aseguraba que luchaba «por la vida». «Una vida digna
merece una buena muerte».
Retrocedí al momento que
salió a la luz la noticia y recordé las movilizaciones que se organizaron, a
las que fuimos muchas personas en apoyo
claro a él y a todos los expedientados
por este caso tan poco claro procedimentalmente, del que fue absuelto y que
truncó la carrera profesional de varios profesionales de la Salud y que no han
recibido ni una disculpa por los representantes
del Gobierno Regional Madrileño de aquel momento, como escuchaba ayer en
la radio.
Los que hemos tenido la
suerte de poder despedir a nuestros padres de manera serena y tranquila y a los
pacientes de igual manera, dentro del inmenso dolor que suponen las pérdidas,
no te queda esa imagen vivida profesionalmente en tiempos pasados de lentas y
dolorosas agonías, por decirlo de alguna manera, puedes recordar el momento del
adiós con serenidad y paz.
Las Unidades de Cuidados Paliativos
de adultos y de niños que aumentan cada día, ayudan a si llega el caso, morir
dignamente, es lo que creo que deseamos la mayoría de los ciudadanos para
nosotros mismos y para los que queremos.
DEP Luis Montes
La segunda noticia la
entrecomillo desde el principio hasta el final, porque hay que reflexionar
mucho antes de emitir ciertos juicios de valor y sobre todo, dejar que la
justicia y otros organismos competentes puedan realizar sin presiones
mediáticas, su veredicto.
“”””EN GETAFE
Tres
investigados por maltrato a un niño con autismo en un colegio de Madrid
·
Los
padres del menor escondieron una grabadora entre la ropa del pequeño porque
sospechaban de un trato vejatorio””””””
Los
profesionales que trabajamos en los colegios de Educación Especial con alumnos
de diversidad funcional y discapacidades psíquicas, físicas, sensoriales o
pluridefientes, cuando nos enteramos, sentimos tristeza, profundo desámimo y me
remito nuevamente al resultado final de las investigaciones hechas con rigor
que anteriormente expuse y que ojalá puedan ser lo más justas e imparciales posible,
para todos los implicados, desde el niño
y su madre hasta los compañeros “denunciados”.
Por
mi colegio, han pasado muchos profesionales que ahora están en otros colegios,
la mayoría de Educación Especial y sinceramente, mantenerse en estos colegios
trabajando curso tras curso o se tiene una gran vocación de servicio a los
demás o algunos y lógicamente si pueden, se van a otros colegios ordinarios o
donde les lleve la vida.
Con
todo el respeto a los medios de comunicación pero con total contundencia
manifiesto y muchos pensamos lo mismo, que algunos titulares son “sensacionalistas
y altamente nocivos” y solo quieren producir un cierto grado de retorcimiento de
los supuestos hechos y que se estén llegando a recibir amenazas de muerte a
trabajadores del colegio en cuestión.
Las
noticias, imagino que eso se estudia en primer año de carrera, hay que
recibirlas, analizarlas, contrastarlas, hablar con todas las partes, etc, etc y
lo que se publica tiene unas consecuencias graves en algunos momentos y para
algunas personas, de manera inmerecida y de por vida.
Vivimos
tiempos rápidos y de inmediatez, se lee solo el enunciado y al segundo minuto a
emitir juicios sumarísimos de opinión.
Creo
que el desconocimiento social de la diversidad funcional, sus Leyes y Normativas,
las Adaptaciones Curriculares que en cada colegio de Educación se llevan a cabo
con los alumnos, a los que siempre se respeta, se cuidan, se enseña y se quieren, conducen a ciertas personas a hablar por hablar o a hablar sin conocimiento de los temas.
Algunos
podéis pensar que es un cierto “corporativismo” lo que hoy me hace escribir lo
que siento.
Va
a ser que no, soy una profesional de enfermería que lleva 38 años trabajando en
el CPEE María Soriano, conozco por experiencia el funcionamiento de estos
centros, el alto grado de compromiso de la mayoría de todos los trabajadores, su implicación más allá de su horario
laboral, las alegrías cuando algún chaval consigue un logro aunque sea pequeño
y la tristeza cuando nuestros alumnos pasan a ser estrellas en el cielo.
Mi
solidaridad con los todos compañeros de ese colegio, sé de primera mano que
están desolados y reitero, no manifestemos opiniones sin todos los datos reales,
tampoco lo he hecho yo aquí y la tengo, dejemos investigar y resolver esta
denuncia y si creemos en la justicia, en ello podremos basarnos para opinar,
nunca para amenazar de muerte. NUNCA.
Es
muy interesante y yo diría de obligada lectura antes de hablar, este Comunicado de la AMPA y los representantes
de Padres y Madres del Consejo Escolar del Colegio.
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